Seguro que en casa tienes joyas o algún otro elemento de oro que te gustaría limpiar y no sabes cómo hacerlo, ¿verdad? Pues en primer lugar, lo que deberás saber es que la limpieza de oro será distinta según su tipo, por ejemplo entre el oro blanco y el oro amarillo. Para que puedas llevar a cabo esta acción sin ningún tipo de problema, en unComo te explicamos cómo limpiar el oro.
Oro amarillo
El oro amarillo es el que nos viene a todos a la cabeza cuando pensamos en este metal precioso. Aunque el oro en estado puro es de 24 quilates, resulta demasiado frágil y blando para ser tratado en joyería y, por lo tanto, el más usado en joyas suele ser el de 18 quilates.
A diferencia de otros metales como la plata que se ennegrecen y es necesario limpiarla con detenimiento, este tipo de oro no necesita demasiados cuidados. En caso de que se nos ralle alguna joya o elemento de oro amarillo, deberemos llevarlo a la joyería para que nos lo pulan y recupere su estado original.
En caso de que queramos limpiarlo en casa, podemos hacerlo con una bayeta especial para ello o usando un paño mojado en agua y amoniaco.
Oro blanco
El oro blanco es una aleación de oro puro con otros metales blancos como: la plata, el platino, el paladio o el níquel. A su vez, se suele recubrir con rodio de alto brillo para conseguir un acabado espejo.
Por este motivo, pasado un tiempo, es posible que nuestras joyas de oro blanco pierdan su brillantez original y será necesario llevarlo al joyero/a para que vuelva a darle el rodio, la única forma de limpiar el oro blanco.
Oro rosa
El oro rosa es otro de los tipos más comunes de este metal, aunque popularmente menos conocido, elaborado a partir de la aleación de oro fino de 24 quilates, plata y cobre.
A la hora de limpiar el oro rosa, nos encontramos en la misma situación que con el oro amarillo: en la joyería podrán devolverle el brillo original mediante el pulido. Asimismo, también podremos usar amoniaco disuelto en agua para lavarlo en nuestro hogar.
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- Lo más recomendable es que consultes en la joyería de qué forma se pueden limpiar o pulir tus joyas.