Qué llevar para hacer el Camino de Santiago

Para poder realizar el camino tienes que tener un pasaporte especial que se le da a cada persona que quiere participar y que se conoce como Credencial.

Es ahí donde se van marcando con un sello los distintos lugares en los que se hospedan durante la noche. Es una forma de confirmar que se está haciendo todo el camino correctamente y sin trampas.

Hay que recordar que no solo puede hacerse andando sino que es posible hacerlo en bicicleta o a caballo. Todo ello es válido para lograr el objetivo.

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Es recomendable leer alguna guía sobre los distintos caminos que se pueden seguir para elegir así el que más nos convenga. Es importante llevarla siempre encima durante el viaje para no perdernos y poder seguir la marcha sabiendo siempre que vamos por buen camino.

Además, muchas de ellas cuentan incluso con los mejores albergues donde hospedarse al caer la noche y con mapas muy bien ilustrados y detallados que sin duda nos ayudarán durante el trayecto.

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Mucha gente comete el error de empezar a llenar la maleta de comida y de objetos que luego no utilizará. Eso solo supone más peso para transportar y una pérdida de tiempo y desgaste. Para ello te recomendamos consultar nuestro artículo sobre qué poner en la mochila para hacer el Camino de Santiago.

Recuerda que lo ideal es que la mochila pese como máximo el 10% de lo que pesa la persona que la llevará. Suele ser unos 15 Kg para que tengas una noción.

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Es un viaje largo así que no debes olvidarte nunca tu documentación en casa. Antes empezar revisa que tengas el DNI, la tarjeta sanitaria, el pasaporte si es necesario, etc. Y si tienes pensado ir andando y volver en coche recuerda coger el ¡carnet de conducir!

Vas a tener que caminar bajo el sol, así que tienes que protegerte bien. Y para ello nada mejor que un gorro o sombrero; intenta que tenga la visera larga para que te cubra bien.

Las pamelas también son muy útiles en este caso, sobre todo las que se cogen con un cordel para que no vuelen con algún golpe de aire.

Las gorras no son muy aconsejables porque no cubren bien todo el rostro y en más de una ocasión se producen quemaduras del sol en esas zonas que quedan destapadas.

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Uno de los objetos más preciados por los peregrinos. Unos buenos calcetines te evitarán la visita a la farmacia a por algún producto para las ampollas.

Lleva al menos tres pares de calcetines para ir cambiándolos y que no sean ni de algodón ni de lana. Elige unos que no tengan costuras y que dejen transpirar bien los pies. Por ejemplo los de fibra Coolmax.

Intenta cambiártelos cada dos horas y lavar bien los pies. Eso sí, es muy importante tener los pies bien secos antes de ponerte los calcetines nuevos, ya que el sudor y la humedad son una de las principales causas de ampollas y rozaduras en los pies durante el viaje.

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Hay que andar y andar... así que no puedes usar cualquier tipo de zapatos. Nuestro consejo es que uses zapatillas trekking. Las botas se utilizan mucho también pero mejor que no cojan el tobillo. Por eso son ideales las zapatillas trekking que dan total libertad en esta zona del pie.

Además, las botas de alta montaña suelen ser demasiado rígidas para los terrenos por los que se pasa por el camino hacia Santiago.

Y algo importante es que las hayas usado antes de emprender el viaje, es decir, no las estrenes para el camino de Santiago porque te arruinarás los pies. Llévalas al menos un par de meses antes de hacer el camino. Pero tampoco elijas unas de hace muchos años porque estarán demasiado desgastadas.

Cuando compres las zapatillas tienes que probarlas con los calcetines que usarás en el viaje y comprobar que los dedos no te quedan prietos sino sueltos. Sin atarte la zapatilla, tira el pie hacia delante y pon el dedo índice entre el talón y la zapatilla. Debe caber bien, ni sobrar ni tener que hacer esfuerzo para que entre. Esta es la talla ideal para tu calzado.

Es recomendable que sean transpirables en verano e impermeabilizadas en invierno. También necesitarás unas chanclas de agua, no para hacer el camino pero si para las duchas. Es importante para no coger hongos en los pies.

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La verdad es que los bastones para caminar son muy útiles. Piensa que pueden ayudarte a reducir entre un 30 y un 40% el peso que cae sobre tus pies. El viaje se hace mucho más llevadero con los bastones o palos, por lo que te recomendamos consultar nuestro artículo sobre cómo elegir los bastones de senderismo.

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Debes llevar poca ropa que sea fácil de lavar y secar para poder ir lavando lo que ensucias cada dos o tres días y evitar así llevar mucho peso encima.

Mejor que utilices ropa térmica en vez de algodón, para evitar sudar. Contra más transpire mejor y mira también que sea ligera.

Lleva contigo alguna chaqueta por si refresca y en invierno mejor que utilices ropa de abrigo como una sudadera o un jersey porque suele hacer mucho frío. Del mismo modo, no está de más llevar un chubasquero ligero para cuando empiece a llover porque muchas veces la lluvia te coge en medio del camino y no hay sitios en los que cobijarse.

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Si los albergues a los que irás no tienen objetos de higiene piensa que deberás lavar tus dientes y tu cuerpo cada día. Así que coge el cepillo de dientes, la pasta dental, una pastilla de jabón, cuchilla de afeitar, toalla pequeña, desodorante, productos de higiene íntima...

Otra cosa que no debes dejarte en casa es el repelente de mosquitos. Los caminos están en plena naturaleza, y como es normal, hay insectos y animales que te encontrarás durante el viaje.

Antes hemos dicho que lleves contigo un sombrero para cubrir tu cabeza de los rayos nocivos del sol pero también hay que proteger el resto del cuerpo así que cubre bien tu cuerpo con protector solar antes de iniciar el camino y recuerda ir poniéndote la protección cada dos horas de viaje en todas las zonas donde le toque el sol. Descubre aquí cómo elegir la crema solar correcta.

Aunque estemos entre naturaleza y por caminos seguro que querrás inmortalizar la mayoría de momentos de ti viaje y llamar a tus seres queridos para ir explicando todo lo que vas viviendo en esta aventura. Para ello necesitarás una cámara de fotos o vídeo y un teléfono. Y algo importante para los más olvidadizos... ¡los cargadores!

Recuerda que tendrás que poner a recargar los dispositivos en algún momento en los albergues en los que os hospedéis si no quieres dejar de hacer fotos o llamadas porque ya no te queda batería.

Asimismo será muy importante llevar una linterna y brújula por si te pierdes y se hace de noche.

Hay albergues en los que es necesario llevar un saco de dormir grueso porque hace mucho frío por las noches, y es mejor que llenarte la maleta de piezas de ropa que multiplican el peso haciendo que te cueste más andar.

Si es de invierno es recomendado que sea -10 grados y los de verano + 15 grados.

Imagen: elcaminodesantiago21.blogspot.com

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