Cómo hacer carbón

Para conseguir tu propio carbón vegetal, te proponemos dos métodos: hacer una fogata o fabricarlo a través de barriles. Presta atención a los siguientes pasos y escoge tu método favorito.

Si decides hacer el carbón mediante una hoguera, busca un lugar adecuado para hacerla. Si no tienes un gran espacio en tu jardín, hazlo en un descampado a cielo abierto. Eso sí, no olvides pedir una autorización a tu ayuntamiento.

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Coloca leña dentro de un barril de metal. El tamaño del barril variará según la cantidad de carbón que deseas obtener. Solo debes procurar que tenga una tapa que resista a las llamas. Recuerda: el tipo de madera que debes quemar debe estar curada, es decir, las más adecuadas son las de roble, nogal o cerezo. Puedes encontrarlas en alguna tienda especializada en productos de jardín.

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Una vez tengas toda la madera, córtala en trozos para que te quepa dentro del barril. Llénalo entero y a continuación colócale la tapa. Procura que no quede totalmente hermética, aunque debe cubrirlo todo.

Ahora, es hora de preparar la fogata. Introduce leña y madera que pueda quemar entre 3 y 5 horas. Coloca la madera de forma que quede un espacio en medio, donde deberás poner el barril y después recubrirlo con más leña.

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Enciende la fogata y ve alimentándola para que no se apague el fuego. Debe estar como mínimo tres horas, aunque el tiempo dependerá del tamaño del barril. Pasado el tiempo requerido, deja que la fogata se vaya apagando poco a poco y de manera natural. Recuerda: deja que el barril se enfríe totalmente por sí mismo, no lo toques ni te acerques, ya que podrías herirte.

Cuando ya esté el recipiente completamente frío, saca el carbón vegetal, producto de haber quemado la madera curada. Y ya lo tendrás listo para darle uso.

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Si lo deseas, también puedes hacer tu carbón usando dos barriles, ambos de metal y de diferentes tamaños. Solo procura que el barril pequeño quede dentro del grande.

A continuación, realiza un agujero dentro del barril grande. Para ello, sírvete de una hoja de sierra especial para metales. Recorta un rectángulo por la base inferior del barril. Sus medidas deben ser de 30x50 cm aproximadamente. Con este orificio llenaremos el barril de combustible y se podrá mantener su interior siempre caliente. También agujerea la base inferior del barril pequeño. Con estas cinco o seis perforaciones el calor se transmitirá dentro del barril y así se quemará la madera que habrá en su interior.

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A continuación, rellena de madera curada el barril de menor tamaño . Recuerda: el tipo de madera más adecuado son los de roble, nogal o cerezo. Una vez tengas la madera cortada en trozos y depositada en el interior del recipiente, colócale una tapa al barril. No lo cierres herméticamente, deja una pequeña rendija para que salga la humedad.

En el interior del barril grande, pon ladrillos de manera paralela. Encima de ellos, coloca más ladrillos ahora de manera transversal. Con este armazón evitarás que la base del barril pequeño toque al grande y podrás introducir fácilmente el combustible para quemar la madera por la parte inferior. Ahora, coloca sobre los ladrillos el barril pequeño y tapa el barril grande, dejando una pequeña rendija por la cual pueda pasar el aire.

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A continuación, enciende el fuego dentro del barril grande. Deberá quemar entre 7 y 8 horas, por lo que procura ir añadiendo combustible para que la madera queme. Recuerda no descuidar el fuego e introducir más madera si ves que se está consumiendo la llama.

Pasado el tiempo requerido, deja que el fuego se apague poco a poco. Una vez se hayan enfriado los recipientes ya podrás quitar el carbón. ¡Utiliza tu carbón vegetal para tus barbacoas y parrilladas!

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